No hay duda que el deporte es la mejor forma de mantenernos sanos y saludables, tanto física como psicológicamente, además de una inmensa variedad de beneficios. Sin embargo, como en todos los casos, siempre hay una excepción, por lo que un sinnúmero de infortunios han ocurrido en diversas disciplinas, las cuales han llamado la atención mediática mundial.
Es por eso que a continuación te dejamos una lista con los peores accidentes ocurridos en el deporte:
1. El baloncestista Paul George: el accidente del jugador de los Indiana Pacers de la NBA ha quedado en la memoria de todos los seguidores de este deporte, considerándose una de las lesiones más dolorosas que se hayan registrado en el deporte mundial.
2. La escalofriante lesión de Kevin Ware: ocurría en el Lucas Oil Stadium de Indiana, en que su equipo, los Louisville Cardinals, disputaban el título de la NCAA, lugar en que este jugador se rompía la pierna, específicamente la tibia y el peroné.
3. Golpe en la cabeza de Petr Cech: el 14 de octubre de 2006, el futbolista checo del Arsenal que, en ese entonces militaba por el Chelsea, sufrió una gran lesión cuando su equipo se enfrentaba ante el Reading y el centrocampista del equipo rival, Stephen Hunt, impactó en el cráneo del portero.
4. David Busst y su sangrienta lesión: data desde 1998 y es considerada una de las perores lesiones ocurridas en un terreno de juego. Y como no, si el defensa del Coventry sufrió una doble perforación de tibia y peroné en un choque con Denis Irwin, defensa del Manchester United. Lo más impactante de este episodio, fue que la intensidad del golpe ocasionó un gran derrame de sangre por parte de este deportista, incluso personal del estadio se vio obligado a limpiar el campo. Busst, con 29 años, nunca más pudo practicar el fútbol en categoría profesional.
5. Trágica muerte de Ayrton Senna: sin lugar a duda, uno de los mejores pilotos de Fórmula 1 que haya existido. Aún no se puede establecer con precisión las causas que ocasionaron el fallecimiento del brasileño ocurrido el 1 de mayo de 1994. Se piensa que pudo haber sido desde un error de conducción hasta defectos en la construcción del Williams FW16.
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